Nos apremia el amor de Cristo (2 Co 5,14)
Por eso en la Iglesia, todos y todo debe ser para el servicio y la ayuda de los pobres, con el fin de erradicar la pobreza. San Pablo lo proclama bien claro: "¡Nos apremia el amor de Cristo!" (2Co 5,14), y el Papa Francisco nos lo recuerda con fuerza: "La pobreza es el centro del Evangelio. Jesús vino a predicar a los pobres. Si sacáis la pobreza del Evangelio, no entenderéis nada". Ciertamente que en nuestra Diócesis de Urgell queremos ser fieles al mandamiento del amor y que la dimensión de la caridad vivida sea el fundamento de todas las parroquias e instituciones. No sólo en Navidad, y no sólo que fundamente Cáritas diocesana o las Cáritas parroquiales, sino que el amor y la solidaridad deben ser la opción preferencial de todos los cristianos y de todo lo que humildemente vayamos realizando como Iglesia, llamada a ser "comunidad de amor". Escuchemos y pongamos en práctica el mensaje de Jesús tan bellamente expresado en la parábola del buen Samaritano (Lc 10,25-37), que le retrata a Él, que vino a salvar a la humanidad que yacía postrada en el camino, ante la indiferencia de muchos. La caridad cristiana comprometida es la respuesta a las situaciones de necesidad y de indigencia. Una respuesta que busca medios y personas al servicio de quienes nos necesitan. Una respuesta competente, cargada de humanidad, que no se queda en momentos puntuales, y que viene dada por parte de gente bien formada en "las aptitudes del corazón", que ama a todos como una consecuencia que se desprende de su fe.
La caridad cristiana consiste en descubrir dónde se necesita el amor y actuar en consecuencia, y esto realizado como comunidad cristiana, con programación, previsión, voluntariado y al mismo tiempo en colaboración con otras instituciones similares y con las administraciones públicas. Porque la caridad cristiana que intentamos vivir, no quiere actuar por otros objetivos que no sean amar a las personas con un amor gratuito, promover su crecimiento y desarrollo, y conseguir una sociedad más solidaria e inclusiva, que se guíe por la justicia.
En este domingo tenemos la colecta para Cáritas parroquial y Cáritas diocesana. Gracias a todos los que hacéis posible con vuestras ayudas y con vuestra colaboración que Cáritas pueda continuar siendo fiel a su gran lema, de ayuda solidaria y de caridad auténtica: "¡Ayúdanos a ayudar!". Y no dejemos el propio compromiso de vida al servicio de los hermanos. La Navidad nos invita a ellos y “nos apremia el amor de Cristo” (2Co 5,14).